lunes, 5 de abril de 2010


Un juego de cuchillos, unas cacerolas, una televisión de pequeño tallaje... Lo que en sus tiempos comenzó siendo una mera oferta de incentivos bancarios ha terminado, a día de hoy, por convertirse en un problema de competencia extraordinariamente serio.

Hace tiempo la oferta bancaria comenzó a complementar sus condiciones financieras con la entrega de pequeños obsequios que actuaban a modo de cebo para que el cliente accediera de buen grado a aportar sus ahorros a algún fondo a plazo fijo o producto bancario de similar carácter. Con el paso del tiempo, al fuerte competencia, la crisis, la ausencia de inversores y el espíritu conservador de los pocos que quedan ha conducido a una auténtica batalla campal en el seno de las entidades financieras. De un tiempo a esta parte se viene comprobando que el asunto ya no se salda con la entrega de una colcha o una mantelería con el fin de satisfacer las expectativas del cliente. El cliente se ha vuelto más exigente y el entorno, más hostil. La siguiente generación de prebendas ha consistido en exonerar de pago aquellos servicios bancarios que habitualmente eran grabados con él. Domiciliando una nómina nos hacen entrega de tarjetas de crédito sin coste alguno de mantenimiento; abriendo una cuenta nos liberan del pago de cualquier tipo de comisión bancaria; contratando una hipoteca, adiós a comisiones de apertura, cancelación, subrogación, etc.

Pero el recrudecimiento de la competencia nos ha llevado a lo que se conoce como la tercera generación de ofertas bancarias. «Si firmas, te la chupo», cuentan que se oyó decir recientemente al director de una sucursal bancaria durante el transcurso de la negociación de una imposición a plazo fijo. «Vas a tener que esforzarte algo más. —dicen que contestó el cliente— En el banco de enfrente me ofrecen beso negro y lluvia dorada. Y yo tengo mucho vicio». Un gestor de cuentas llegó al extremo de ofrecerle a un cliente su propia mujer con la excusa de que «estaba con muy poco uso. Casi nueva» y un apoderado le ofreció a una clienta de las de toda la vida los servicios de un primo suyo, boy de una afamada discoteca para mujeres maduras y discretas, si accedía a la contratación de un fondo de inversión en renta variable.

Señor, señor... ¿A dónde vamos a llegar?...

[Dos ejemplos de nuevos agasajos disponibles en las entidades bancarias. Arriba, imagen del pack ofertado por el Banco Molocos a la firma de una hipoteca a treinta años. Abajo, el regalo que entrega la Cajaaaaa Semueramipapa por una suscripción a un plan de pensiones]

 

Comentarios

11 comentarios sobre "LA GUERRA DE LOS SERVICIOS BANCARIOS ALCANZA COTAS INSOSPECHADAS"

Anónimo dijo...
5 de abril de 2010, 14:43

Pero este regalo lleva trampa,porque luego querrá la susodicha que le pongan el piso a su nombre y que su madre se vaya a vivir con vosotros,yo creo que la hipoteca con regalo sale cara.Mejor que den vales descuento pal puticlú.La loli.

El Piter dijo...
5 de abril de 2010, 15:27

Tú si que sabes, Loli. Cuanto vales.

jerobibo dijo...
5 de abril de 2010, 18:47

voy pal banco mOlocos, "andi vamos a llegar!!!!!"

Miguel Baquero dijo...
5 de abril de 2010, 20:02

A la vista de la última foto se ha reavivado mi interés por la macroeconomía.

Anónimo dijo...
6 de abril de 2010, 19:35

Hola, no sé qué ha pasado que no puedo leer el artículo, "me se" bajan los ojos y sólo veo las dos fotos. ¿Es algún virus informático? ¿Debería preocuparme o le pasa a más gente?
enrique

Omega Man dijo...
6 de abril de 2010, 21:22

Menuda pava la del segundo afoto, válgame Cristo...

Anónimo dijo...
7 de abril de 2010, 1:54

Sin envoltorio perdería efecto,a tu mujer si le pones ese envoltorio seguro que tambien le aumenta el atractivo. La loli.

Anónimo dijo...
7 de abril de 2010, 12:21

Pues mi puto banco no da ni la hora. Si serán rácanos que hasta el boli de firmar lo tienen atao con un bramante. Un día que mi vecino Iñaki lo rompió -es de Bilbao y levanta piedras- porque el puto bramante no le daba de sí pa su manaza, se liaron a sonar las alarmas y los guardias de seguridad nos encañonaron con sus armas reglamentarias y dejaron catatónica pa los restos a la señá Eufrasia con la pistola eléctrica esa. Alegaron en su descargo que Iñaki parecía de la ETA y la señá Eufrasia albanocosobar.
Menos mal que en mi calle hay una tienda de menaje del hogar que, si compras un juego de perolas, te hace un fondo de pensiones mu favorable, y el bar de la esquina, que te ingresa en una cuenta de ahorros que ellos mismos te abren el 10% del importe de la consumición.

Anónimo dijo...
7 de abril de 2010, 12:23

Soy el de antes. Se me olvidaba decir que el puto banco ha denunciao a la tienda de menaje del hogar y al bar por intrusismo profesional.

macera dijo...
22 de abril de 2010, 21:32

Un hombre mata a los bancos.

juegos de guerra

Viagra versus Cialis dijo...
18 de noviembre de 2011, 17:44

Bueno muy buena esa preguta de: "Señor señor a donde vamos a legar?" pero bueno viendo las fotos de las mujeres hermosas que haymás abjo yo i sabría a donde puedo llegar...Esto es perfecto me gusta el sarcasmo que usas.

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