viernes, 28 de enero de 2011


"YO NO SABÍA LO DE LAS PISTOLICAS ÉSAS, PENSABA QUE CADA UNO SE LLEVABA LA SUYA" HA DECLARADO EL MUY ABERRONCHO

Unos amigos-pobres inconscientes- invitaron a celebrar su cumpleaños a Esifiginio Santurce Esforriapavas, natural de El Rincón de la Aturdidera, provinvia de Cuenca, en un centro de Laser Tag llamado "Escoria´s". No sabían lo que hacían. El muy idiota, con el conocimiento justo pa pasar el día, se presentó en el citado centro de ocio portando la escopeta de cañones recortaos de su abuelo Casiano y tras entrar por una puerta y salir por otra dejó tras de sí el escalofriante saldo de catorce heridos, un vasectomizado y dos adúlteros escarmentaos.

El Efisigenio, ahí lo llevan ustedes.
"Aquello parecía un mal sueño. Ni a Tarantino se le ocurre algo así"- declara Gaylord Fucker, propietario del local-"No podía creérmelo cuando vi plantarse en la puerta a un tío con boina y descerrajarle un tiro en to la cara al campeón regional que, inocentemente, le apuntaba con una pista láser".
Se refiere al joven de catorce años Junípero Taxifolio, una promesa de estos combates de pistolas láser que tanto se ha puesto de moda. "¡Le ha dejado la cara la pa la radio! ¡Le ha dejao la cara pa la radio!- gime la abuela de este joven al que apodaban "el guapo".
Al parecer, Esifginio, no sabía que en dichos centros se usan pistolitas láser. De hecho, tras reventarle los huevos a Blas López, abogado, se le escuchó gritar :"¡Esto sí que es un güen juego y no el Medalo Fonor ése".
Aquí el pobre Junípero. Y le apodaban " el guapo"....
El reguero de heridos que dejó tras de sí no fue nada comparado con el susto que se llevó una pareja que se refocilaba en un coche en el callejón de atrás: Francisco Gómez Escribano y Gertrudis Léxica, se veían a escondidas de sus respectivos cónyuges cuando una descarga de perdigones reventó la luna trasera. "No vuelvo a meterla fuera de sitio en mi puta vida", dicen que declaró el fulano que, al parecer, es escritor. Esifigenio ha pasado a disposición judicial.


 
 

(c) Jerónimo Tristante & Pedro de Paz, 2009