Aquí la familia Gurriato, una panda oligofrénicos, pero merecen tener donde vivir |
El caso es que, justo cuando los antidisturbios iban a echar a la familia, se personó en el lugar de los hechos, Humberto Ponimias Varias, consejero delegado del Banco de Tarradell que ordenó, pásmense, el aplazamiento del pago de la deuda sine die. Nadie podía creérselo, ni siquiera los propios interesados. Personal de la NASA ya se ha personado en el lugar y el Vaticano ha enviado a un investigador plenipotenciario por si fuera un milagro. Por su parte, el director de la entidad fue ingresado de urgencia tras tan altruista gesto. Una sobredosis de Viagra le hizo estallar varias arterias del cerebro. Algunos descreídos dicen que este fue el motivo del comportamiento de la entidad bancaria que, esta mañana, ha vuelto a quebrar. Si nos lee algún accionista que no tema, 25.000 millones de euros que iban para Educación ya han sido ingresados para reflotar la entidad. Como próximo consejero delegado, suena el nombre de Paco Gómez Escribano, escritor y ácrata conocido en los ambientes madrileños. Seguiremos informando.