martes, 30 de noviembre de 2010


La indemnización se supone va a ser millonaria.
Si es que "se veía de venir". Tanto Exorcismo de Emily Rose, Exorcismo en Connecticut y el Exorcismo de mi Abuela, no podía deparar nada bueno. Agapita Cienciainfusa, natural de Cuenca, acaba de presentar una demanda criminal por intento de homicidio y abusos sexuales deshonestos contra el párraco de San Damián, Ifidalterio Lainclusa que ya ha ingresado como interno en la prisión del Puerto de Santa María para regocijo y solaz de otros internos. Al parecer, la pobre Agapita, epiléptica federada desde los diecisiete años, sufrió un ataque durante la consagración de la misa de once el domingo por la mañana. Dicen que Don Ifidalterio cambió hace poco la vidriera principal del pequeño templo y que las lucecicas de colores que origina el sol filtrándose por la cristalera provocaron un efecto similar al de los buenos videojuegos o los dibujos japoneses.
La pobre Agapita, antes de que sucediera la desgracia.

Cuando aquel nazi comprobó que Agapita convulsionaba y echaba espuma por la boca, en lugar de avisar al 112 ordenó a varias feligresas- ninguna bajaba de 80 años- que sujetaran a la pobre poseída para llevar a cabo un exorcismo de los de antes de la guerra. Según parece, el manual que usa Don Ifidalterio ha sido descartado incluso por sectores moderados de la Iglesia como el Opus Dei "por su excesiva dureza". No se sabe exactamente con qué objeto u objetos, ni por dónde, quiso aquel hombre sacar el demonio del cuerpo de la pobre epiléptica pero según declara Máximo Gualtrapa, enfermero de guardia: "He visto endoscopias a hiperactivos que no acaban en carnicerías como ésta".
Aquí las cuatro abuelicas fugadas que ayudaron a Don Ifidalterio.- Foto tomada en Londres.
El obispo de la diócesis, sorprendentemente de viaje pastoral en Thailandia, ha declarado que "habrá que escuchar a don Ifidalterio". El fiscal por su parte, no baja su petición de pena de treinta años. Las abuelicas implicadas se han dado a la fuga. Son cuatro y muy peligrosas. Tengan cuidado. seguiremos informando.


 
 

(c) Jerónimo Tristante & Pedro de Paz, 2009