LA U.E. SE VUELCA CON LOS DAMNIFICADOS DEL XXIII CERTAMEN INTERNACIONAL DE TUNAS

“HUBIÉRAMOS PREFERIDO UN PAR DE HURACANES O INCLUSO UN MAREMOTO, PERO SI DIOS LO QUIERE ASÍ….” DECLARAN LOS AFECTADOS

Y luego dicen que la U.E. no sirve para nada. La última catástrofe en ciernes ( y de ésta no podemos culpar al cambio climático) ha activado todos los protocolos de emergencia que, hay que decirlo, han funcionado a la perfección. La catástrofe aún no se ha producido, pero ante las claras evidencias de que en Murcia, se iba a perpetrar el XXIII Certamen Internacional de Tunas Costa Cálida, con la presencia de tunas de todo el mundo (¡Jesússss!), la U.E., la ONU, y hasta el Sumsum Corda se han sumado al envío masivo de ayuda humanitaria.

Si la actuación de una sola tuna es algo insufrible (está científicamente demostrado que es mejor para el organismo darse en los huevos con un bate de béisbol) imaginen ustedes lo que se avecina: un festival en el que participarán tunas de distintos países como Méjico, Perú y Portugal además de españolas (Murcia, Granada, Albacete, Deusto y Jaén). ¡Sí, el mal no conoce límites!

La fauna autóctona ya ha escapado, ¿a qué esperan ustedes? Corran, ¡corran!

La señal que hizo saltar todas las alarmas fue la fuga masiva de la fauna autóctona en su totalidad. ¡Qué sabios son los animalicos que se ven venir la tostá! No queda ya ni un ejemplar de Murciélago Morcillero ni del Alacrán Levantino, por no hablar de la fuga masiva de peces que llegó a obstruir la bocana del puerto de San Peter of the Pinatar. Algunos biólogos marinos han observado incluso atisbos de movimiento en ¡plantas marinas! que pretendían a toda costa alejarse del lugar de la catástrofe.

La zona va alcanzar en breve un status nuevo en la historia: “zona catastrófica a priori”. Y ya han comenzado a llegar los primeros aviones militares con ayuda a porrillo: toneladas de ansiolíticos, analgésicos para los dolores de cabeza y tapones para los oídos a manta. Como es posible que esto no sea suficiente, vienen doscientos psicólogos y psiquiatras argentinos y se les va a dar a todos los vecinos la invalidez total tras el certamen por “síndrome de estrés postraumático grado 9”.

Sí, mucha ayuda, ¿pero eso compensa tantas vidas truncadas? ¿Qué han hecho los vecinos de la zona para sufrir tamaño castigo? Al menos las grandes catástrofes como ésta hacen que veamos el lado más altruista del ser humano. ¡Qué gran lección! Pero, desde Pandemonio de Caos, en nuestra incansable lucha por la abolición de la tuna y el inminente ingreso de todos sus miembros y ex miembros (¡qué cansinos! ) en campos de concentración, nos preguntamos :¿qué necesidad había de esto?

PD.- Si quieres ingresar en el EARET (Ejército Armado Revolucinario pro Extinción de la Tuna) envía un mail a la redacción de este blog.