miércoles, 23 de diciembre de 2009


ES DE  CADRETE DE SACAÑER , SE LLAMA COLÁS Y TIENE UN DON

“Desde pequeño supimos que era especial”.- dice su abuelo Segismundo- “Mi Venicio me se puso malo, con la tristeza´l marrano y él se acercó y con mucho cariño le soltó un regüeldo al oído. Se curó al instante” .

El bueno de Segismundo se refiere a Venicio, su mejor berraco, un cerdo de trescientos kilos al que Colás Berruezo, su nieto, curó con apenas doce años. Puede que el chaval no sea un portento, puede que no termine estudiando Telecomunicaciones y que crea que Rajoy es “comunista de derechas”, pero se gana la vida susurrando al oído de los marranos. Bueno, mas que susurrando, rebuznando.

 Los gorrinos, tras el "tratamiento" se ponen la mar de contentos

Su dominio de las artes curativas fue conocido en toda la comarca, por lo que esta joven promesa de Cadrete de Sacañer, Murcia, terminó siendo fichado por la multinacional del embutido El Pozo.  “No tiene explicación”.- declara Blas Toporo, veterinario en plantilla- Pero es que se acerca al gorrino, lo acaricia con ternura, yo diría que casi comunicándose con él y entonces le suelta un eructo y el bicho se cura”.

Colás cobra sus buenos dineros pero según dicen en la empresa compensa con creces las posibles pérdidas que podrían producirse por enfermedades de los animales. “Llegó a  probar con personas humanas.- nos explica su madre, la Agapita.-  Intentó curarle la artritis a mi madre, pero no sólo no funcionó sino que la dejó sorda”.

Mariano, el padre de la criatura, sale de su letargo para apuntar: “Llamar persona humana a tu madre me parece desagerao, pero sí, mi zagal tié un don”

Varios investigadores de la Universidad de Yale se han trasladado a las Cadrete para evaluar a Colás. No saben si el motivo de la eficacia de sus rebuznos puede hallarse en la frecuencia en que emite, cercana al ultrasonido tardío. “El tipo es un ejemplar subhumano.- dice John G.Wellintong Blowup- Su cociente intelectual roza la normalidad, apenas si sabe expresarse y sigue una dieta sadomasoquista a base de morcillas y vino tinto, pero, inexplicablemente, cura a los cerdos”.

Quizá pronto, amigos, tengamos una respuesta de por qué cura el hombre que susurraba al oído de los marranos.

 


 

Comentarios

3 comentarios sobre "EL HOMBRE QUE SUSURRABA AL OÍDO DE LOS MARRANOS"

Estelle Talavera Baudet dijo...
23 de diciembre de 2009, 21:26

He visto al susodicho D. Torres recogiendo melones en Caños de Meca, en las playas lluviosas, con el puro apagado en la boca!!

El Piter dijo...
23 de diciembre de 2009, 22:07

Muchas gracias por la pista, querida Estelle. Sus soigneuses están ya en un sin vivir. Si todo termina como procede, pásese cuando desee a por la gratificación.

viagra online dijo...
28 de enero de 2011, 19:18

En realidad no me parece una locura el susurrarle a los marranos o a cualquier otro animal al oido porque esto ha funcionado incluso con las plantas.

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(c) Jerónimo Tristante & Pedro de Paz, 2009